jueves, 17 de diciembre de 2015

Hechizos para hacer en Yule

Rituales y Hechizos para hacer en Yule


 Amor:


 Hechizo para atraer el amor con una botella mágica

Hechizo para atraer el amor con una botella mágica Las botellas mágicas eran muy comunes en el S XVII; consistían en vasijas en las que se guardaban cabellos o recortes de uñas del destinatario del sortilegio. Las botellas mágicas aún se siguen utilizando; en el siglo XVIII se colocaban entre los ladrillos de construcción de una casa como protección y actualmente las podemos preparar utilizando recipientes preferentemente de vidrio, como frascos o botellas, que podamos cerrar bien con su tapa o corcho. Esta botella atrae el amor sin rostro ni nombre elegidos previamente, es decir que atrae directamente el sentimiento de amor. Ingredientes: Agua de rosas, pétalos secos de rosas y lavanda seca. Preparación: se colocan los pétalos sobre las palmas de las manos y se les envía amor y luz; luego se los introduce en la botella. Lo mismo se hace con la lavándula seca, colocarla en las palmas de las manos, enviarles amor y luz e introducirlas en la botella. A continuación se llena la botella con agua de rosas, se cierra bien con el tapón, la sujetamos con ambas manos y la presionamos contra nuestro pecho mientras decimos las palabras rituales: "Flores llenas de amor, traer a mi hogar la ilusión, completando mi corazón con un gran amor". Luego se guarda en un rincón íntimo del dormitorio.





 Hechizo para mejorar la relación de pareja con lamparilla de aceite

 En un cuenco o bol de desayuno se coloca una ramita de canela, azúcar morena, y un poquito de fumaria (hierba medicinal de sabor amargo). Se pica todo; se coloca aceite en el bol y dos lamparillas en el mismo cuenco, introduciendo luego la preparación de hierbas y azúcar. Al encender la mecha se dicen las palabras rituales: “ (los nombres de los destinatarios del sortilegio)… que vibren en la misma luz, que los dos avancen al mismo tiempo, que los dos se apoyen en el camino” u otras expresiones que indiquen una unión en armonía y siempre diciendo los nombres de los destinatarios.





 Paz y Armonía

Hechizo de Protección para atraer paz y armonía a tu hogar.

 

Tomas 2 partes iguales de Betony y Lavanda, mezclarlos juntos en un mortero, después de mezclar bien, cargue las mezcla con pensamientos de luz y armonía. Use una pequeña cantidad y espolvoréela por toda la puerta  al tiempo en que se concentra en crear una barrera de rayos de luz blanca brillante y repite el siguiente conjuro:

"Esta puerta, con sus diversas formas de dar la bienvenida, será custodiada por este escudo de rayos para proteger esta casa de día y de noche, protegerla con esta puerta de rayos blancos, que nada que no sea el bien la traspase, ninguna entidad ni ser que desee el mal podrá traspasarla, que este aura se extienda por cada pared, puerta y ventana de mi hogar, sellando mi hogar y permitiendo tan solo la entrada al bien".




 

Para la Buena Armonía Familiar


En primer lugar escribiremos en un papel en letras negras y mayúsculas las palabras:

¡ LO DULCE !

Tendremos preparada una ramita de muérdago (en la época de Navidad es fácil de conseguir), o bien de laurel, olivo, romero o albaca.

Enrollaremos el papel envolviendo el extremo de la rama y lo ataremos con una cinta de color rojo.

Colocamos el ramo (colgado boca a bajo) si es posible encima de la puerta de entrada principal de la casa, o cerca de ella, pero siempre en la entrada.

Seguidamente escribimos en otro papel también con letras negras y mayúsculas las palabras:

¡ LO AMARGO !

Lo doblamos y lo enterramos en la tierra de alguna maceta que tengamos dentro de casa, en la ventana o en el balcón de nuestra vivienda..

Se advierte que siempre que acabéis un ritual u os desprendáis de los restos de un amuleto, en cuanto tengáis ocasión debéis arrojarlos preferentemente al agua, por ejemplo: un lago, un río, el mar, etc., o bien si no tenéis ocasión de echarlos al agua, enterradlos en la tierra.

 

 

 

 Para Armonizar la Energía Interior


Para armonizar la energía interna, usted usará una vela rosa, miel, azúcar, papel normal, un lápiz, una manzana roja, una rama de ruda, un vaso de agua fresca, un plato y un palo de incienso de cualquier aroma.

En una noche de luna llena, corte un pedazo de papel de 20 cm por 7 cm. aproximadamente. Sentado a la luz de la luna, escriba con el lápiz sobre papel, los nombres de las personas a las que quieren unirse, ya sea la familia o grupo de amigos, por último, quienes participan en su deseo de unión.

Coloque el papel escrito en el plato y ponga el vaso con agua. Asegúrese de que el agua este de tal manera que pueda recibir directamente la luz de la luna. Ponga una cucharadita de azúcar y otra de miel en el agua y revuelva suavemente. Encienda la vela, tome la manzana.

Prenda el incienso, y también fije la manzana … Deje todo cerca del vaso con agua.

Ore su oración preferida, con las manos abiertas.

Al día siguiente, diga lo escrito siete veces (en el papel en que escribió el nombre) y en el lugar en el interior del vaso de agua. 

 Déjalo ahí durante una semana.

Deje la manzana, en un jardín o un florero.

Después de una semana, tire el agua en todo el entorno en el que la familia vive, o cuando se reúna en grupo con su familia, es muy importante esta parte del hechizo para obtener mejores resultados, y beneficiará a todos los suyos.

 



viernes, 27 de noviembre de 2015

Introducción a la Alquimia I


INTRODUCCIÓN A LA ALQUÍMIA







¿De dónde proviene la alquimia?

La Alquimia es un arte tan antiguo como la propia humanidad. Su nacimiento
(este incierto nacimiento de todas las cosas tan antiguas que pueden fijarse los
condicionamientos históricos y geográficos que las motivaron, pero nunca una
fecha exacta) puede fijarse dentro de la primera "industrialización" de la
humanidad primitiva. Cuando los primeros pobladores del mundo dejaron de
preocuparse exclusivamente de sobrevivir, y empezaron a reunirse en
comunidades, surgió lo que se ha dado en llamar la primera civilización urbana.

Fue en su seno donde nacieron los primeros oficios, aparte la agricultura y el
pastoreo: la carpintería, la metalurgia, la alfarería, la fabricación de tintes y
colorantes... Sus técnicas eran simples pero funcionaban. No existía una
ciencia como tal: los métodos no habían sido fruto de la investigación, sino de
la casualidad y de la observación de la naturaleza. Y en todos ellos se hallaba
presente la magia... esa magia característica de los pueblos primitivos de la
humanidad, que quería que cada elemento común al hombre tuviera su dios
particular, tanto en las cosas del cielo como en las de la tierra. Por eso, al igual
que había los dioses de los elementos comunes al hombre: los metales, las
piedras, los elementos, había también en el cielo los dioses de los planetas...
de los que nacería, más tarde, la Astrología. Y la Alquimia, como todo el resto
de la Magia, se halla también íntimamente ligada a la Astrología.







Sobre esta base se fundamentaron los 3.000 primeros años de historia antes
de Cristo... y también los 3.000 primeros años de Alquimia.
Al principio se trata, por supuesto, tan sólo de una Alquimia infusa, que ni
siquiera merece el nombre de tal, y que está basada en una serie de ideas
puramente intuitivas: la unión de dos metales produce otro distinto, el
tratamiento de un metal puede hacer variar su color y sus características...
todos estos fenómenos eran fácilmente interpretados por los antiguos como
transmutaciones, no como distintas apariencias de un mismo metal. Y esto,
naturalmente, se puede aplicar a todos los metales, incluso los considerados
como preciosos.

Así empieza a desarrollarse el embrión de una idea, de la que nacerá después
el primitivo espíritu de la Alquimia: la de "aumentar" el oro, la de conseguir
cambiar otros metales en oro... ya que el oro es el metal precioso por
naturaleza, el metal noble por naturaleza, y uno de los más codiciados también.

Las primeras huellas de la Alquimia aparecen ya en Mesopotamia y Egipto. El
documento más antiguo sobre el particular se considera que es un edicto chino
del año 144 antes de Cristo, en el cual el emperador Wen castigaba con la
pena de ejecución pública "a los monederos falsos y falsificadores de oro",
puesto que, según los comentaristas contemporáneos del edicto, últimamente
se había registrado la fabricación de mucho "oro alquímico", que no era en
realidad tal oro. Otros historiadores de la Alquimia afirman por el contrario que
el libro más antiguo sobre el particular es el griego Physika, de Bolos emácrito,
escrito aproximadamente en el 200 antes de Cristo, y en el que se describe
cómo fabricar oro, plata, gemas y púrpura, con fórmulas y recetas obtenidas de
otras fuentes más antiguas procedentes de Egipto, Persia, Babilonia y China.

Pero aunque fuera ya conocida de los egipcios y de los griegos, es a través de
los árabes que la Alquimia toma su forma definitiva, a través de la cual pervivirá
durante tantos siglos y llegará hasta nosotros. A ellos se debe incluso su propio
nombre, ya que la palabra Alquimia proviene del vocablo árabe al-Kimia, en el
que la partícula "al" es el artículo definido mientras que "Kimia" significa arte,
por lo que cabrá traducir la etimología de la palabra como "El Arte"... lo cual,
como hemos dicho ya, era precisamente para muchos alquimistas: el Gran Arte
o Ars Magna.

A través del Islam, la Alquimia toma su forma concreta, y en esta situación llega
a Europa para iniciar su gran expasión que durará, desde el siglo XII, hasta
finales del siglo XVII, en el que Boyle, con su famosísima "The Sceptical
Chymist", marcará el inicio de una muerte que sobrevendrá de una manera
definitiva (al menos públicamente) con la llegada del racionalismo y el creciente
fervor por la ciencia. Pero, durante estos siglos, la Alquimia conocerá su Edad
de Oro. En Francia, en Alemania, en Inglaterra, en Escocia... surgirán nombres
que pasarán a la posteridad como grandes alquimistas: Alberto Magno, Roger
Bacon, Flamel, Helvetitus... Reyes, papas, grandes personajes históricos, se
ocuparán de ella, la protegerán, e incluso la practicarán: Carlos II, Isaac
Newton, Santo Tomás de Aquino...








Pictograma egipcio perteneciente a la 21ª Dinastía, extraído del papiro de
Nestanbanshru, y que muestra a Tehuti (el dios Thot) de pie ante Ra
Hormachis llevando los símbolos de la creación sobre la cabeza. A través de la
historia de la alquimia, el dios Thot fue identificado con Hermes Trismegisto.