viernes, 22 de abril de 2016

La Magia de la Naturaleza








La magia natural o más bien, la magia de la naturaleza es una rama directa y no
complicada de las artes mágicas, una derivada de eones de experimentación por
personas dispersas por todo el globo. Es quizá una respuesta a los poderes limitados de
la naturaleza, el poder visible en las estaciones siempre cambiantes, el florecer de un
capullo, el nacimiento de los jóvenes.








Los métodos de la magia de la naturaleza están casi universalmente destinados a
obrar con las fuerzas y energías de la naturaleza para producir cambios necesarios.
Aunque puede parecer que las técnicas están sobre simplificadas, incluso juveniles, son
eficaces. 


La magia natural es directa. A pesar de lo que puedas haber oído, la magia
no es nada sobrenatural, innatural o incluso extraño. Está en nuestros propios huertos,
en nuestros hogares; en la propia esencia de nuestro ser.


Uno de los más grandes misterios de la magia es que no hay misterios. Por lo
contrario, están siendo revelados constantemente alrededor de nosotros. El estudio del
simple florecer de una rosa, una brizna de hierba, una hoja veteada o el silbido del viento a través de los árboles frondosos revelarán tanto, sino más, respecto a la verdadera naturaleza de la magia que un centenar de polvorientos tomos del Renacimiento.


La Naturaleza es el mismo Universo, no sólo sus poderes, sino también sus
manifestaciones. Algunas de sus manifestaciones, como los espejos, son producidas
artificialmente, pero están conectadas y llaman a los poderes de la Naturaleza a
través de su simbolismo.


La magia de la Tierra puede ayudar a ordenar, atravesar y resolver muchas de las
crisis menores y problemas que están ante nosotros hoy como individuos. Es cierto, no
es una solución simple a los problemas del mundo, pero puede traer orden a nuestras
vidas y eso es un buen comienzo.


En el pensamiento mágico el cuerpo humano es el «microcosmos» (pequeña
representación) de la Tierra, que es el «macrocosmos». La Tierra es también el
microcosmos del Universo. En otras palabras, somos imágenes de la esencia del planeta
y, por tanto, del Universo. Como tales, cuando nos cambiamos a nosotros mismos,
cambiamos la Tierra y el Universo.


La magia es útil para producir tales cambios en nuestras vidas, y, por tanto, en la
misma Tierra, estos cambios deben ser positivos.


El propósito de toda magia, vías ocultas y religiones místicas es el perfeccionamiento
de sí mismo. Aunque esto no puede llevarse a cabo en una vida, mejorarnos a nosotros
mismos está fácilmente dentro de nuestro alcance. Con este acto singular la Tierra se
vuelve mucho más saludable. Estás mejorando el mundo y ayudando a purificarlo de los terribles estragos que ha sufrido y aún sufre en nuestras manos.


Es esto lo que hace al practicante de magia natural verdaderamente divino.



 

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